jueves, 27 de agosto de 2015

Razones que nunca te habías planteado sobre por qué eliges a tu pareja y no otra

Razones que nunca te habías planteado sobre por qué eliges a tu pareja y no otra
Más allá del atractivo físico hay otros aspectos más decisivos
Laura peraita
Más allá de pensar en ideas románticas sobre el flechazo, el «efecto Cupido» o el amor a primera vista, el psicólogo clínico de parejas, Esteban Cañamanes, explica a ABC que existe una serie de condicionantes que pocas personas se plantean cuando eligen y mantienen una relación de pareja. Estos son algunos de los principales rasgos al elegir:
—Lo más habitual es seleccionar a alguien que se mueve en el mismo ámbito de trabajo, deportivo, de ocio... Uno se puede fijar en el atractivo físico , pero sobre todo se elige por tener un nivel socio cultural y económico equivalente. Nadie se conforma con menos. Tampoco es habitual que alguien salga con una persona mucho más atractiva y con nivel económico, cultural y social muy elevado porque esta situación genera, a la larga, miedo al rechazo en la persona que se siente inferior.
—Que el otro tenga una cualidad que yo admiro pero no tengo . Por ejemplo, es muy organizado, optimista, resolutivo... «Cuando la otra persona goza de esa virtud, yo la incorporo y la siento como mía», explica este psicólogo.
—Que el otro no trate aspectos que son «intocables» por mí. Es decir, temas abstractos, filosóficos, de cuestiones dolorosas del pasado o tan cercanos como la familia que a una persona no le gusta ni que le menciones porque se siente incómodo.
—Que tenga una idea sobre el concepto de familia parecida a la mía. Si uno pertenece a una familia democrática donde las cosas se hablan y se llega a un consenso, pero la otra tiene una familia déspota y machista, es difícil que se pongan de acuerdo y se lleven bien cuando coincidan con los familiares.
—Compatibilidad en la cama. «En la cama no solo nos desnudamos a nive físico, también a nivel psíquico: unas personas se dejan llevar, otras son dominantes, otras necesitan expresarse mucho, otras son muy creativas... Si no se coincide en gustos y deseos a la hora de practicar sexo es fácil que uno de los dos se sienta desestabilizadoa para complacer al otro y la pareja acabe rompiendo», explica Esteban Cañamanes.
—Todos en la vida tenemos algún sufrimiento —un padre agresivo, un físico desagradable, unos resultados académicos nefastos...—. Encontrar a alguien que tiene un sufrimiento igual y que ha sentido lo mismo que tú, pero que lo ha afrontado de manera distinta, resulta muy atractivo.
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